Cuando pensaba en una buena idea para iniciar este post acerca de la ironía se me ocurrió algo así:
"Para Alanis es "un aguacero el día de tu boda", l
Pero después pensé que la ironía es más que una forma de dar a entender lo contrario de lo que se dice con entonaciones de voz, gestos o imagenes, entonces, se me ocurrió el encabezado: "practicarla es todo un arte y un talento innato". Soy un héroe!.
Genial!. Mi artículo empezaba a tomar forma, hasta que con un pensamiento todo se vino al suelo.
Sin darme cuenta estaba enredado en una telaraña de conceptos y situaciones extrañas y conclui que la ironía no es algo que se defina por si misma, más bien es como un tipo de bicho raro que se aferra a lo que pueda para mostrar su rostro cada vez que tenga una oportunidad. Como que tiene vida propia!
De repente dejó de ser una reacción chistosa ante la noticia de que un hombre, que solia ser mujer y que ahora está embarazada -Plop-, comúy pasó a la impotencia de darse cuenta que es bastante comun que padres abusan sexualmente de sus hijos cuando su fin es protegerlos.
O lo imcomprensible que es saber que las ciudades donde se vive mejor en Latinoamerica según la revista BussinesWek también son los lugares con mayor delincuencia, pobreza y drogadicción. (Pregunta: ¿Acaso hay que ser más drogadictos, matar más o incrementar más la gasolina para subir en ese ranking? Pues creo que vamos por buen camino.)
Irónicamente, en un principio estaba tan metido en lo romántico y cómico de la palabra que había olvidado que la vida esta llena de ironías y que en muchas ocasiones no tienen nada que ver con lo que yo percibía.
En un segundo, la ironía pasó de ser héroe y compañera a villana despiadada, y yo de burlista a trágico y extremista.
Qué alguien me explique lo irónico de tener que escribir de un tema que realmente le apasiona y la mente lo traiciona con un una realidad que no se puede ignorar.
Plop!!!... al cuadrado!
Michael M. Soto
