Lo que podemos denunciar ante el Ministerio es cualquier situación que quebrante los derechos como consumidor: incumplimiento de contratos, garantías, publicidad engañosa, pesos y medidas inexactos, falta de información en precios o etiquetas, ventas a crédito, compra de bienes usados o reconstruidos como si fueran nuevos, incumplimientos en servicios de reparación, etc.
Videos, fotografías, cartas y documentos legales tan bien fundamentadas como las producidas por un medio tradicional.
La ciudadanía se cansó de seguir la agenda impuesta por los medios de comunicación y tomó el control: Impusieron su propia agenda.
Es así como el periodismo ciudadano se abre camino en el gran menú de opciones que ofrece Internet.
Criticado por muchos y alabado por otros, el auge de blogs independientes (tanto nacionales como internacionales) como lo son Amelia Rueda, Periodismo Ciudadadano, Tribuna Demócratica o el de Cristian Cambronero promueven espacios de discusión de temas de interés popular que han diversificado, y en algunos casos, se han especializado en ser una ventana alternativa a las ya conocidas.
Por otro lado, la presión sobre los medios tradicionales se ha dejado sentir al punto de incorporar opciones en el cuales se le da tratamiento a temas relevantes ante los ojos del público. Ejemplo de ello son las “innovadoras” secciones lanzadas por medios tradicionales en sus formatos electrónicos en las que invitan al público a ser parte de sus redes de corresponsales.
Los temas tratados son tan variados como las personas que los publican, y de manera empírica incorporan nuevas y diferentes formas de hacer periodismo que no se encuentran en ningún libro universitario pero que definitivamente logra resultados que afectan a la sociedad.
Los ciudadanos ya son parte del periodismo y se espera que la prensa ayude a corroborar la información que este suministra antes de hacerla pública y continuar de la mano en con un gran aliado omnipresente.
Nos gustaría saber su opinión acerca del tema.
Michael M. Soto