miércoles, junio 11, 2008

La ironía de ver y no actuar

Muchos de nosotros alguna vez nos hemos dado el tiempo de seguir una telenovela, esas donde siempre se da lo mismo, la muchacha indefensa y pobre que se enamora del tipo guapo y millonario, pero para vencer ese amor deben de atravesar miles de situaciones, muerte, soledad, arrepentimiento, ira, decepción y muy poca felicidad.

Esos melodramas en ocasiones superan la ficción, y creo que a todos nos ha pasado esa ironía de la vida donde aplicamos ese dicho popular que dice “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde” y en más de una telenovela ha pasado esas situaciones.

En nuestra vida común no es mucha la diferencia, tenemos varias realidades donde el ser humano se desborona al perder algo en especial ya sea un ser querido (padre, madre, novi@, mascota) o algo material. Pero ¿porque siempre nos lamentamos cuando ya todo esta perdido?

Acostumbramos a ser muy egoístas y en la mayoría de los casos muy inconformes, cuando tenemos algo junto a nosotros no lo aprovechamos y no somos concientes de la importancia que es para nosotros en ese momento eso que poseemos, ya sea persona o cosa.

Situaciones hay muchas pero una de las que me llama la atención es cuando uno asiste a un funeral y vemos como la gente llora desconsolada, es comprensivo, no es que sea una persona insensible ante estas situaciones, pero muchas veces me ha tocado evidenciar ha personas que se culpan y se dicen a si mismas el porque no le dijeron lo que tenían que decirle en un debido momento.

Y también pasa con las relaciones de pareja, cuando una persona decide terminar una relación con otra persona los lamentos son muchos y el ¿que pude haber echo mejor?, es una interrogante de todos los días para el que sufre más.

La verdad es que en la vida hay miles de cosas irónicas y esta simplemente es una, lo importante es que tenemos la posibilidad de cambiar y en este caso, valorar más a las personas que tenemos a nuestro lado así afortunadamente podremos tener un final de telenovela.

Yanitza Fritch L.